sábado, 25 de agosto de 2012

Montoro, 25 de agosto de 2012


El incendio de una fábrica de harina siembra el pánico en Villa del Río



El incendio de una antigua fábrica de harina, situada en el centro de Villa del Río, sembró anoche el pánico entre los vecinos de varias manzanas a la redonda. Desde las 21 horas, cuando se detectó el fuego, varios vecinos de de la calle San Roque tuvieron que ser desalojados rápidamente debido a la peligrosidad del mismo, ya que las llamas llegaron a alcanzar los 7 metros de altura. A ello se unió las continuas e incesantes explosiones, de más de una hora, provocadas por el cortocircuito del tendido eléctrico, que se vio afectado por el fuego hasta que fue desconectado por un operario de Endesa. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron cinco unidades de bomberos y una grúa--escalera, así como voluntarios de Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil. El fuego continua activo a estas horas, por lo que siguen actuando los bomberos.
            El suceso alarmó a decenas de familias, muchas de las cuales observaban desde las diferentes calles el trabajo que venían realizando las fuerzas de seguridad.
Desde hace varios días un grupo de operarios estaba trabajando en la retirada de la chatarra de esta antigua factoría, denominada Fábrica de Harinas San Rafael, que lleva unos 14 años sin actividad. Ciudadanos de las calles Alta, Blas Infante y Juan Ramón Jiménez manifestaron su inquietud por la posibilidad de que el fuego derribara este antiguo edificio.
Josefa Acevedo, una de las personas que tuvieron que ser desalojadas, y cuya vivienda se encuentra situada justo en frente de la antigua fábrica calcinada, comentó a este periódico que “el incendio se produjo sobre las 21 horas, aunque desde esta tarde ya llevábamos un rato oliendo a quemado”. Visiblemente afectada, indicó que “estábamos cenando cuando una vecina nos alarmó”. Añadió que “desde hace varios días están cortando hierros para chatarra y esto puede haber desembocado en este suceso”.

jueves, 9 de agosto de 2012

«En Córdoba hay quijotes»

Córdoba / Federico Roca, PRESIDENTE DEL CÍRCULO DE LA AMISTAD

«En Córdoba hay quijotes»

Una dolencia coronaria lo puso frente a las cuestiones esenciales. «¿Para qué correr tanto?» es el grito de guerra de este abogado devoto de Cervantes y de la casa que preside desde hace 3 años

Día 24/06/2012 - 10.15h
«En Córdoba hay quijotes»

AVERIGÜE usted por qué pero nada más encender la grabadora la conversación se internó en territorios cervantinos. Entonces, Federico Roca, presidente del Círculo de la Amistad, abogado, poeta vocacional y un puñado de oficios más, dijo: «A la vida hay que darle una gran dosis de fantasía. Hay que ser un poco quijote. Yo soy un gran admirador de “El Quijote”. Lo leo todos los años. Y todo el mundo debería de leerlo al menos una vez en la vida».
-¿Faltan quijotes?
-En Córdoba hay quijotes. Gente que vive para los demás de forma desinteresada. Y son gente admirable.
-Pero en el mundo no mandan los quijotes, ¿no?
-Eso es un problema del mundo y de ellos. Mire: cuando El Quijote es vencido en la Playa de la Barceloneta por el Caballero del Espejo es cuando se da cuenta de la realidad. De que la venta es la venta, los molinos son los molinos y los borregos no son ejércitos. Es cuando le entra la melancolía. Hemos venido al mundo para crecer espiritualmente.
-Pues vivimos una coyuntura inclinada a la materia.
-Vivimos una coyuntura de lo inmediato. En «Tirano Banderas», de Valle Inclán, hay un hombre que va montado en una jaca desbocada. Pasa alguien y le pregunta: «¿Dónde vas?». «Donde la bestia me lleve», contesta él. Y la bestia hay que controlarla.
-¿Cuál es la bestia de nuestro siglo?
-El dinero.
Quien así se expresa nació en la calle Cruz Conde en 1951. Vivió una infancia como se vivía entonces: corriendo todo el día detrás de una pelota. Y en su primera disyuntiva vital tuvo que escoger entre Periodismo y Derecho, que era la tradición familiar. Optó por lo segundo, se fue a Granada, publicó su primer libro de poemas y estrenó su billetera dirigiendo teatro universitario. Desde entonces se ha dedicado profesionalmente al Derecho. «Soy abogado las 24 horas del día. Mi maestro, Rafael Zamora, decía: “Mientras el cliente duerme, el abogado vela”». Su relación con el Círculo de la Amistad ha sido inveterada. Sus abuelos y sus padres eran socios de esta vetusta institución y su niñez se desarrolló, en parte, correteando por estas galerías. «Esta es mi segunda casa», proclama.
-¿Qué ha encontrado aquí?
-Ahora he encontrado mi historia. Aquí he estudiado en la biblioteca, he vivido mis primeros amores, mis primeros desengaños. Cuando Quintela se presentó a presidente me pidió que lo acompañara como secretario y estuve cuatro años. Por una serie de razones me fui. Pero no me dediqué a intrigar ni a perturbar. Considero que si tienes información privilegiada no debes usarla. Yo he querido abrir el Círculo a la ciudad.
-¿Antes no lo estaba?
-Yo ahí no entro.
-Tres años después de ser presidente, ¿está feliz por haberse metido en este charco?
-Muy feliz. Y muy satisfecho por la tremenda actividad cultural de la casa.
-¿Qué promesa electoral se le atragantó?
-Me queda pendiente conectar más con los jóvenes. No hemos sabido leer su lenguaje.
-¿Qué es el Círculo de la Amistad en el siglo XXI?
-Originariamente son clubes de espíritu inglés dentro de un concepto liberal. Los clubes han cambiado, pero son un sitio donde la gente se reúne, se roza y realiza actividades para fomentar la amistad, la convivencia y la cultura. Los casinos están resistiendo, pero no puedes volver a la mentalidad de mediados del XX.
-¿Qué rémora deben abandonar?
-No son rémoras. La historia hay que estudiarla en sus momentos. Baroja lo vio como un Círculo decadente en «La Feria de los discretos». El Círculo ha vivido sus momentos difíciles y otros de esplendor. Ahora bien: todos los que han estado al frente se han entregado en cuerpo y alma.
-¿Cuál es el sello de Federico Roca?
-Quiero que me recuerden como una buena persona.
-¿Qué prejuicio sobre el Círculo no le hace justicia?
-El Círculo tenía su carga negativa. Tenía y tiene ciertos prejuicios.
-¿Qué prejuicios?
-Como si fuera un centro elitista y cerrado. En realidad, es un círculo, pero los círculos se abren y mientras yo sea presidente apostaremos por la cultura, la ayuda a los demás y atender a sus socios.
-¿Ha traído usted plan de ajuste debajo del brazo?
-No. El personal de la casa es uno de sus grandes patrimonios. Apostamos por ellos y están respondiendo. Los empleos son sagrados y es un error echar gente indiscriminadamente.
Aparece en el Círculo trajeado para la sesión de fotos. La entrevista prefiere hacerla en un lugar informal alejado de todo boato protocolario. Nos sentamos en una mesa al fondo de la cafetería, junto a una animada tertulia matutina de socios.
-¿Estamos al borde del precipicio o al borde de la histeria?
-De las dos cosas. Córdoba está muy mal. Hay muchos desequilibrios y eso no es justo. Esta ciudad necesita proyectos e ideas. Necesita generosidad y olvidarnos de sectarismos, individualismo y envidias.
-¿Por dónde le duele Córdoba?
-Por todos lados. Tenemos un patrimonio cultural fantástico pero nos falta tejido.
-¿Nos hemos repuesto del golpe de la Capitalidad?
-Si nos han arrebatado, como parece ser, la Capitalidad tenemos que reaccionar. ¿Cómo? Organizando una ciudad cultural entre todos. ¿Por qué no lo hacemos?
-Díganos usted la respuesta.
-Yo lo vengo diciendo y me he reunido con gente. Pero soy un presidente de casino nada más y no quiero protagonismo.
-¿Existe Córdoba más allá del perolismo y las peñas?
-Hay una Córdoba profunda. La que define Primo Jurado en su libro. La Córdoba de los silencios. Una Córdoba maravillosa con gente de talla. Córdoba es, sobre todo, elegante.
-Usted ha sido letrado de la Cámara de la Propiedad, asesor jurídico de Obras Públicas, profesor de Turismo, hermano mayor de la Sangre. ¿Hiperactivo o disperso?
-Las dos cosas. Pretendo tener una carga afectiva con lo que hago y me gusta llegar hasta el final.
-Cuando la clase política es una de las principales preocupaciones nacionales, ¿qué ocurre?
-Los políticos ahora mismo son personas de buena fe, pero los acontecimientos los tienen desbordados. Los errores del pasado, entre ellos endeudarnos hasta los ojos, nos han atrapado.
-¿Qué aprendió en los libros?
-Casi todo. Soy un lector lento pero pertinaz. Y he aprendido de la vida, de los errores. He estado al borde de la muerte en muchas ocasiones. Y he aprendido a vivir al día. Cada momento. ¿Para qué correr tanto? ¿Para qué atesorar tanto?
-¿Caridad o justicia?
-Justicia siempre.

http://cordoba.abc.es/20120624/cordoba/abcp-cordoba-quijotes-cordoba-quijotes-20120624.html

RECORDATORIO ANUAL - BOMBER@S CONSORCIO CORDOBA